viernes, 15 de julio de 2011

René Clair: Un Arquitecto en el Cine

 
René Clair un director francés en su momento aclamado y admirado, llegando a ser miembro de la Academia Francesa, pero que hoy ha sido prácticamente olvidado, lo que extrapolado a la actualidad plantea cuántos famosos cineastas y escritores actuales se recordarán dentro de unos años, por culpa de estar sometidos a la tiranía de la fama inmediata.
Clair en sus películas supo emplear el espacio cinematográfico de una forma espectacular, sobre todo, en títulos como “Bajo los techos de Paris”,” El millón, que comienzan con dos fantásticos movimientos de cámara sobre París y “Viva la libertad” en la que aparece una moderna fábrica que ha sido reproducida en libros de arquitectura, las tres con decorados creados por el genial : Lazare Meerson.
La idea de cómo concibe una película es muy interesante, puesto que en términos generales una obra cinematográfica puede ser comparada con la construcción de casas. Es muy raro que un arquitecto construya una casa o cualquier otra cosa por la satisfacción única de su impulso creativo. Como un cineasta, un arquitecto debe tener en cuenta los gustos de sus clientes, no trabaja solo, sino con numerosos colaboradores, cuya ayuda le es indispensable, y está limitada por los medios materiales a su disposición. Todo esto hace imposible que un arquitecto, como un cineasta, eluda las reglas de una profesión que está relacionada tanto con el arte como la industria; cada parte de esta doble naturaleza tiene sus propias características, que no pueden reducirse a un denominador común.
De esta forma los técnicos se encargan de crear los espacios cinematográficos, en vez de denominarse “decoradores” como se llamaban en Francia en aquella época, se denominen “arquitectos”.

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