No me imaginé que al ver esta película
iba a quedar patentada en mi memoria una frase que hace el protagonista durante
la cinta aquella que dice:
“No sé, me
importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de
higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a
cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento
insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el
primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! y en esto soy
irreductible no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. ¡Si no
saben volar pierden el tiempo las que pretendan seducirme! “.
Estoy absolutamente de acuerdo con
esa frase. Sería capaz de aceptar una apariencia física determinada,porque al
fin y al cabo eso no tiene relevancia para mi, pero sería incapaz de aceptar a un chico que no pensara en
progresar, soñar y perfeccionarse. Yo,por lo menos,no
concibo la seducción de un hombre pedestre.
Esta cinta argentina de Eliseo Subiela,
presenta textos de Mario Benedetti, Juan Gelmán y Oliverio Girando que
intercalados con gusto, lo hacen un film muy interesante,donde la
poesía se ve entremezclada con los lugares más espesos de la cotidianeidad artística
argentina y uruguaya,desde el asado, hasta los maltrechos bares.
El poder de las imágenes mezclados con
la poesía y los textos de estos poetas, destilan la vida de otro transeúnte
más, la vida hecha poesía, o cuántos al descubrir a su mujer o hombre que
vuela, ya está con ella o con él.
Una recomendación muy contingente
que me hicieron y que obviamente recomiendo,
sobre todo si el guión estuvo a cargo de estos geniales escritores.
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