Puede que el ámbito educativo sea un tema fetiche para mí, pero es el espacio donde me desenvuelvo y obviamente cualquier circunstancia que lo afecte me rebotará, por ende me interesa escribir sobre este tipo de tema en este momento.
Habitualmente, las películas han enfrentado el tema del colegio y la educación en general- como un campo para la defensa del caos y la libertad. Desde cine de autor como la espléndida cinta Los 400 golpes hasta las comedias donde la idea central suele ser que el sistema educativo es opresivo y que los alumnos deben luchar por cierta clase de liberación. Que en general es el derecho de vestir como quieren, escuchar la música que les gusta y visitar los lugares de los adultos.
En Hollywood, la libertad por la que luchan los estudiantes suele ser la libertad de consumir.
Una de esas cintas es" Cero en conducta", la película de Jean Vigo donde los niños se rebelaban y rompían
todo, de la misma forma que lo harían otros estudiantes ya más crecidos
en la cinta"If", la comedia negra de Lindsay Anderson donde los maestros son unos
viejos pelmazos y la disciplina y el despertar sexual está en manos de
los alumnos más viejos, que ejercen sobre los novatos toda la violencia
que no pueden liberar contra las autoridades, que incluso en estos días resulta incómoda de ver.Tres años después Malcolm Mc Dowell cerró el ciclo con "La naranja mecánica", esa gran comedia donde la represión se disfraza de sistema educativo.
La cinta "Nacido para matar"de Kubrick, tiene uno de los retratos más escalofriantes del
entrenamiento reemplazando a la educación: los reclutas son convertidos
en máquinas de combate a expensas de cualquier dilema ético. Razonar es
un defecto, reaccionar un mérito, les informa su instructor. Seguir
órdenes y disparar sin conciencia no sólo les hace mejores marines.
También los vuelve un extraño reflejo inverso del niño robot de
Inteligencia Artificial, fabricado en laboratorio pero capaz de sentir
emociones que ellos han perdido.Casi 20 años atrás del estreno de Nacido para matar hubo una cinta llamada "La Chinoise" donde un grupo de estudiantes parisinos cambian a Balzac y Flaubert por el libro rojo de Mao y se encierran en un departamento a discutir la Revolución. El director Jean-Luc Godard los muestra hablando, comiendo y sobre todo, jugando..notable.
La verdadera Revolución sólo la pueden hacer los niños, que mejor frase para contextualizar esta notablke cinta de Heneke "La cinta blanca" esa historia de pueblo chico donde la distancia entre lo que los mayores hacen y lo que enseñan se vuelve un motivo para la rebelión homicida.
Una de mis cintas favoritas es "El pequeño salvaje", de Truffaut donde nos muestra que un niño es terreno fértil para el condicionamiento y la siembra de ideas ajenas y que una educación que no alimente la duda y la contradicción es un acto inmoral.Tema similar que abordó Adolfo Aristarain en "Un lugar lejano", la obra maestra que casi lo redime de todos sus fracasos posteriores. El final de Un lugar en el mundo es uno de los más grandes de la historia del cine en español.
"La Lengua de las Mariposas",esta cinta que habla sobre la amistad entre el alumno y
profesor, que a estas alturas es una experiencia de vida. Otra pelicula, pero mas por el aspecto de las rencillas y amistadas
formadas dentro de la vida estudiantil, es "la guerra de los
botones".
y para finalizar no podíoa dejar de mencionar "Entre los muros", cinta que me sirvió para realizar un artículo anterior y la manera como se representa una sociedad con lo que
pasaba en una sala de clase y como el sistema de enseñanza tiende
siempre a discriminar a algunos.
Cintas famosas, pero que para mí alcanzan importancia por el peso de su contenido, más allá de lo que las rodea.
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