En
realidad, el relato importa en cualquier manifestación (mito, cuento,
novela, teatro…) siempre ha mostrado interés por las “historias
clínicas”. Incluso ha dado a los psicólogos los nombres para designar
trastornos como el complejo de Meda, de Edipo, de Peter Pan, de Narciso…
La pregunta es: ¿en este tipo de historias la fábula también importa
más que el personaje, tal y como decía Aristóteles? O más bien, dado
que el desorden de conducta es el tema, ¿el personaje tiene en sí el
argumento? Planteo
la pregunta de otra manera. ¿Por qué hay tan pocos actores de acción
que hayan recibido un Oscar a la mejor interpretación? En cambio,
¿cuántos actores lo han ganado haciendo de “locos”? ¿Es mejor ser el
personaje que busca el arca perdida, que destruye el anillo de poder,
que detiene a los ladrones, que conquista el Oeste o bien es preferible
hacer de Fedra, Don Quijote, Otelo, Scarlet O´Hara o Hannibal Lecter?
jueves, 9 de junio de 2011
La importancia del relato audiovisual.
El
relato audiovisual, además de un texto de creación y aprehensión
emocional, tiene, en muchos casos, los trastornos emocionales como tema.
El cine, por ejemplo, es uno de los medios que ha hecho del retrato de
psicopatologías una de sus razones de ser. Basta recordar películas como
M, el vamprio de Düsseldorf (1932), Días sin huella (1945), El loco del pelo rojo (1956), Marnie, la ladrona (1964), Alguien voló sobre el nudo del cuco (1975), El piano (1993), American Beauty (1999) y todos los filmes actuales sobre psicópatas asesinos, como American Phycho
(2000). Prácticamente no hay trastorno de conducta o trastorno mental
que no haya sido filmado. En las pantallas hemos vistos personajes que,
en función de su perturbación, llamamos autista, anoréxico, bulímico, demente
senil, drogodependiente, ludópata, depresivo, estresado, fóbico,
obsesivo-compulsivo, hipocondríaco, dismorfóbico, maníaco-depresivo,
esquizofrénico, paranoico, histriónico, fetichista, neurótico narcisista, neurótico evitador, neurótico dependiente, neurótico pasivo-agresivo, sádico, psicópata…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario