lunes, 19 de septiembre de 2011

“Mi vida con Carlos”: un documental de la memoria


Todo comienza con la historia de Germán, chileno de 37 años, hijo de la abogada Carmen Hertz y de Carlos Berger, asesinado cuando el realizador tenía un año de vida. Este documental combina dos cualidades que cautivan al espectador desde el comienzo: la emotividad del guión y la calidad cinematográfica. Estamos ante una historia personal, sincera, profunda. Hay alusiones a la dictadura y a los procesos históricos, pero lo importante es lo que ocurrió en el seno de una familia luego del golpe de estado y cómo se puede sobrellevar el hecho de crecer sin conocer a su padre.

La película entera es un proceso de introspección y de búsqueda, un duro, pero sanador recorrido por el pasado que permitirá al director confrontarse a sus fantasmas y contribuir a la construcción de la memoria familiar, así como también a la memoria de todo un país. Y pese a la melancolía que atraviesa al relato, encontramos también una esperanza, un mensaje redentor que se sustenta en la capacidad de superación de la adversidad por parte del protagonista.

El documental cuenta con una dirección de fotografía impecable a cargo de Miguel Littin Menz. La imagen es cuidada, poética, sugerente. Los videos y las fotografías de archivo se integran perfectamente en un relato narrado desde el presente, un presente en el que algunos de los personajes del pasado ya han partido, y otros se han quedado para hablar y recordarlos.

Mi vida con Carlos / Germán Berger Hertz / Chile-España / 2008 / 81 minutos / Premio del jurado al mejor documental y premio del público, Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz 2009

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