lunes, 19 de septiembre de 2011

Cochochi: Una realidad indígena.

“Cochochi”narra con sensibilidad y extremo naturalismo, la vida cotidiana de uno de los pueblos más antiguos de América Latina, todo bajo el prisma de Tony y Evaristo, dos niños indígenas habitantes del suroeste del estado mexicano de Chihuahua, que nos introducen en su mundo, sus costumbres y paisajes. Un viaje antropológico hacia el corazón de la Sierra Tarahumara y del pueblo que lleva este nombre.

Un dato relevante y significativo de este documental es que todos los actores de Cochochi son originarios del lugar en que se desarrolla la acción y la mayor parte de los diálogos son hablados en su lengua nativa.
Así la cámara en mano irá siguiendo a los protagonistas por senderos y poblados, deteniéndose en bellos paisajes y habitantes locales con sus vestimentas típicas. Se trata de un registro documental del universo representado, donde tal como lo señala la directora la trama es una excusa para zambullirse de lleno en el mundo tarahumara.
Los tiempos de Cochochi son lentos, los diálogos pausados. Poco a poco nos adentramos en un entorno completamente rural. La dificultad de los desplazamientos, debido al clima y a una geografía accidentada, hará de la radio un elemento vital que permitirá la comunicación de los pobladores a través del envío de mensajes.

La escuela del pueblo parece ser el único referente de que nos encontramos dentro de una unidad mayor, que es el estado mexicano. La educación es un tema importante en la película, un elemento de quiebre. Mientras Evaristo, el menor de los hermanos se toma muy en serio sus estudios, Tony no les da importancia. Es decidor el diálogo en que consuela a su hermano porque no ha atado bien al caballo: “En la escuela no nos enseñan esas cosas”, dice, críticando el hecho de que las enseñanzas que ésta entrega no se adaptan a las necesidades y al estilo de vida de su pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario