viernes, 20 de mayo de 2011

El cine chileno bajo la sombra del exilio

No puedo dejar de mencionar un artículo que leí hace unos días atrás del cineasta chileno Antonio Skarmeta, donde afirmaba que le fascinaba la fidelidad del cineasta chileno con la historia de nuestro pueblo, el entusiasmo y la convicción con que se informó y alertó al mundo de los problemas nuestros y el modo de ser que teníamos hace décadas atrás con la dictadura. Sin lugar a dudas que el exilio y la tristeza van siempre acompañadas, ante esta frase me cabe señalar que el cine no era una actividad cualquiera ante del golpe militar. El mismo 11 de septiembre de 1973, tropas militares invadieron y quemaron miles de metros de películas y cierre de escuelas de cine, siendo claramente uno de los medios de expresión más perjudicados. Así de manera forzada y voluntaria se produjo el exilio de cineastas y actores, que no hicieron más que engrosar la fila del exilio chileno.La mayoría se radicó en Francia ( Raúl Ruiz); Alemania; suecia, entre otros países.Estimulados  por contarle al mundo lo que había sucedido en Chile, los cineastas desarrollaron una obra cuantitativa, nunca se había hecho tanto cine chileno, con almenos 178 obras entre 1973-1983, la gran mayoría fueron como era de esperar de denuncia al régimen militar, cuyas temáticas eran el sufrimiento, la opresión, tortura y la vida en el exilio. Algunos títulos son elocuentes, como Hitler- Pinochet; sin embargo la mayoría de estas cintas no tuvo mucha repercusión y actualmente es muy difícil encontrarlas. Sin embargo, algunas tuvieron gran éxito de público como ,"LLueve sobre Santiago" de Helvio Soto, "Actas de Marusia" de Miguel Littín o la más conocida y popular "Ardiente paciencia" de Antonio Skarmeta.
Para estos cineasta me imagino que el hacer cine era una manera de comprender y purgar lo que ellos estaban viviendo en el exilio. Para el público europeo de esos años, las películas chilenas las veían como denuncias a lo que estaba sucediendo en el país. Poco a poco las temáticas del cine chileno en la sombra del exilio  comenzó a diversificarse: inmigración laboral, documentales , entre otros.
Durante la década de los 80 el ciclo del "Cine de exilio" se estaba agotando, a lo mejor por la sensación que tenía de afuera que en Chile se estaban relajando los controles del régimen, por ende retornaron muchos exiliados y a raiz de eso resurgió la prensa disidente. Se abría una nueva etapa en Chile, aquella de las protestas y la lucha abierta contra la dictadura.
La generación de cineastas que vivió bajo la sombra del exilio encontraba una nueva fuerza que no sería otra que una lucha unida por tener un nuevo Chile que iba a nacer y podría dejar en el pasado esa profunda sensación de desamparo, de vivir a la intemperie que provocó un desarraigo forzado durante muchos años

No hay comentarios:

Publicar un comentario