Hace un tiempo atrás me recomendaron un cortometraje titulado " Skhizein" del francés Jeremy Clapin, me dijeron que no me iba a repentir si lo veía, ya que aparte de venir precedido de excelentes críticas y variados premios; la calidad como producto final era lo valioso en este trabajo. Así que me tomé mi tiempo un día determinado e hize caso a la recomendación que me habían hecho. Al ver dicha animación al estilo stop motion, me quedé realmente sorprendida por la calidad y belleza que entrega, donde se quiere hacer trascender lo visual mediante un delicado guión.
Con un trasfondo metafísico, que perfectamente se podría dar en nuestra vida cotidéana, tratando de ir más allá, superar cualquier tipo de barrera, ya sea física, de lejanía, olvido,incomprensión, etc, para alcanzar esas cosas que realmente importan y tienen valor en nuestra vida.
El valor más importante que me dejó este cortometraje es saber que este tipo de historias puede ser apreciada por toda clase de personas y cada una de ella le hayará el valor más adecuado de acuerdo a sus intereses, es como que de una historia original salieran miles de otras historias haciéndose cada uno de nosotros parte de ella y por ende nos entrega el placer de disfrutarla.
Ante este tipo de trabajos, no me queda más que admirar a este ilustrador y animador francés, que tiene en su filmografía otros cortos como" Une histoire vertebrale" y "Good vibration", que si son de la calidad del corto que he visto no queda otra cosa que rendir un homenaje a este gurú de las animaciones.
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