Suelo decir cosas como "El o ella me saca de quicio. El o ella me pone nerviosa.
Esta situacion me estresa demasiado. Esto me está volviendo loca". Aunque
puedan parecer ciertos, esos comentarios no son exactos. Si estoy
enojada, nerviosa, estresada, temerosa, ofendida, emocionada e interesada en algo o alguien especial es porque yo lo he elegido. La otra persona o la situación de la que se
trate no me ponen así. Soy yo quien ha elegido responder de esa manera.
Muchas de esas respuestas resultan tan familiares que se convierten en
automáticas. Pero no tienen porqué serlo. Dependen de mis elecciones, y sere yo quien tenga el control sobre ellas. La manera en que respondo a
cada situación depende de mi. Al tomar la decisión vale la pena
considerar lo que sucederá como consecuencia de ella y preguntarme si
tendrá un impacto positivo en mi vida. Puedo decidir y responder de la
manera en que deseo. Así que en lugar de poner las respuestas en piloto
automático, eligo aquellas que harán que mi vida, y el mundo en el que
vivo, se transformen positivamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario