jueves, 5 de abril de 2012

La vida un gran y maravilloso misterio por descubrir

Hoy cuando desperté, ví que el mundo todavía estaba ahí, corrí a decírselo a alguien, a contar mi pesadilla, sin embargo todos están vivos. Yo estaba viva.
La luz comenzaba a inundar lentamente el mundo y a filtrarse por mi ventana, levanté las cortinas, abrí los postigos y aspiré una bocanada fría de aire puro, estaba embriagada con esa sensación de estar viva, respirando y sentí como si los pájaros participaran de ese mismo júbilo. Hubiera querido salir a la calle a despertar a los vecnos diciendo " El mundo no se ha acabado", estamos vivos. Claro habría hecho el loco, pero habría abrazado a todos, incluso hasta el vecino huraño, como si fuera la unica sobreviviente de una gran catástrofe.Entonces reflexiono.... ¿Hay que celebrar porque el mundo todavía está aquí?
Me detengo, quiero prolongar y retomar esta alegría, guardármela en mi pecho, para que dure y circule por mi sangre. La alegría de estar viva, ahora, en este mundo y no en otro, en este único e irrepetible planeta flotando en el inmenso e insondable universo, decir por ejemplo: hay hidrógeno, oxígeno, silencio, música, atardeceres, amaneceres, rostros, patios, un café humeante que me espera en la compañia de alguien especial, mi perro que me ladra porque me reconoce, un avión que se eleva y parte con pasajeros a otro lugar de este mundo, que también bulle de vida, un lugar donde tal vez alguien como yo se despertó de la misma pesadilla y dijo "El mundo todavía está ahí, pero en otro idioma.
Por eso, hoy no abrí el periódico, ni encendí la televisión, para constatar que el mundo seguía igual, lleno de noticias dolorosas y absurdas; un mundo donde impera la codicia y el enriquecimiento a costa del sufrimiento de tantos cuya vida es una constante pesadilla; una pesadilla de no saber de donde sacarán el dinero para comer y pagar sus deudas, o como educar a sus hijos, de no tener una vivienda decente  y de estar atrapado en un trabajo con sueldos miserables. Decidí entonces celebrar el mundo con todos sus defectos, erores e inperfecciones, la luz y sombra de las cosas y de los hombres...todo esto se debe empezar a llamar milagro para los creyentes y para los ateos que igual lo disfrutan.
En definitiva la vida es un gran y maravilloso misterio que nos lleva a la reflexión sobre la gratuidad de la existencia, la belleza de lo cotideano; esto me mantiene más alerta que la obseción por las noticias, es tener una conciencia de que todo es contingente.
Como dijo el principito "Lo esencial es invisible a los ojos" y me atreveria a decir que para mi lo esencial es aquello que se siente en lo mas recondito del alma.

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